No olvidemos que nuestras tradiciones religiosas son portadoras de valores, de experiencias, de enseñanzas, que si son procesadas adecuadamente pueden ser una fuente de sentido, de comunidad y de esperanza, mismos que son esenciales para la vida” Dr. Daniel Fainstein.
Los días 10 y 11 de noviembre la Universidad Hebraica y la Universidad Anáhuac presentaron el “Seminario Monoteísmo y Humanismo 2016”, mismo que se planteó como un espacio académico interesado en promover el diálogo interreligioso y que presentó diversas perspectivas en torno a la construcción de un humanismo basado en el respeto y la libertad religiosa. El fundamento de las múltiples visiones que acudieron al seminario es que vivimos en un mundo convulso que requiere del encuentro y la tolerancia de todos los miembros del género humano.
El jueves 10 de noviembre, en las instalaciones de la Universidad Anáhuac campus sur, el seminario abrió con la conferencia magistral del Dr. Daniel Fainstein, quien es Rector de la Universidad Hebraica y profesor de Estudios Judaicos. Su ponencia titulada “Siete tesis sobre religión(es) y Modernidad(es)”, giró en torno al problema de la religión en el mundo moderno y sostuvo que, más que hablar de “religión y modernidad”, es preciso pluralizarlas en búsqueda de la comprensión profunda de lo complejo que renuncie a simplificar los problemas y rechace las visiones intolerantes desde y hacia todas las religiones, así como los fundamentalismos que asumen una única verdad, sin importar el nivel de violencia con el que se manifiesten.
Tal y como lo demostró el Dr. Fainstein a través de sus siete tesis, el fenómeno religioso es parte esencial del mundo en que vivimos y ejerce una fuerza tremenda en el ámbito cultural, por lo que no se le puede relegar al ámbito de lo privado. Por el contrario, de lo que se trata es de impulsar la capacidad de diálogo entre las diversas religiones, mediante el impulso de valores como el respeto y la tolerancia que permitan que convergen la libertad del individuo con la libertad de las religiones de manifestarse políticamente, aspectos inherentes a las democracias.
Después de la conferencia magistral, el seminario se desarrolló a partir de mesas de debate que permitieron a los ponentes dialogar entre sí y con los asistentes en torno a diversas problemáticas planteadas por el encuentro de las religiones. La primera de ellas se nombró “Religión e Historia: Una relación controvertida”, y contó con la participación de los doctores Francisco Xavier Sánchez Hernández de la Universidad Anáhuac y Jesús del Prado, de la Universidad Hebraica. Sus presentaciones demostraron que una misma religión puede generar discursos de odio o de exclusión, y que ello se empareja a menudo más con intereses políticos y económicos que con los preceptos de la misma.
Asimismo, sostuvieron que los discursos exclusivos y antisemitas han estado presentes a lo largo la historia de las diversas religiones, y para sostenerlos se han empleado incluso argumentos académicos, como es el caso del humanismo renacentista. Estas presentaciones condujeron a la reflexión sobre el poder de la palabra y las interpretaciones que de ella han hecho las llamadas “religiones del libro”, y sobre el peligro que su tergiversación plantea para la justificación de la guerra y la opresión.
Pero no todos los discursos religiosos dividen, por el contrario, siempre han existido grupos encaminados a la unión, el encuentro y la paz. Así se demostró en la mesa “Religión y paz: El papel de las ONG´s”, donde participaron el Maestro Manuel Férez Gil, el Maestro Ángel Molina y representantes de Pastoral y Misión Anáhuac. Existen diversos grupos en el mundo cuyos trabajos están encaminados al encuentro pacífico y respetuoso entre todos los seres humanos.
Tal y como se plantea en la esencia del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, hay un solo Dios creador del Universo y de los seres humanos, por lo que todos son parte de la misma familia y capaces de vivir en paz y libremente. Ante la multiplicidad de conflictos que hoy se viven en el mundo, es apremiante que existan distintas instituciones capaces de permitir el encuentro respetuoso, el apoyo y la comprensión, pues es un deseo humano vivir en un mundo de paz, donde los hombres sean capaces de encontrarse en sus diferencias en vez de excluirse por ellas.
El viernes 11 de noviembre en las instalaciones de la Universidad Hebraica, el seminario presentó la mesa “La filosofía judía, cristiana e islámica ante el humanismo”, donde participaron el Dr. Ricardo Rivas García y el Mtro. Víctor Rivas por parte de la Universidad Anáhuac y el Dr. Emmanuel Taub, representando a la Universidad Hebraica. Ésta mesa contempló una perspectiva religiosa, filosófica e histórica sobre los distintos humanismos que caracterizaron a la época de la ilustración y se siguieron desarrollando durante el siglo XX; sobre sus aciertos, errores y desafíos en el mundo contemporáneo.
Finalmente, el Dr. Daniel Fainstein señaló una serie de consideraciones finales que recogieron las interrogantes planteadas en el seminario, así como los nuevos caminos por donde podría transitarse. Según el Rector de la Universidad Hebraica, el seminario partió de un marco interdisciplinario que permitió abordar las diferentes problemáticas a través de perspectivas sociológicas, filosóficas, históricas, periodísticas, entre otras; con la intención de analizar cómo pueden contribuir las religiones a la justicia, la paz, la igualdad, la dignidad y el amor en el mundo moderno.
Hubo cierto tono crítico en las mesas de debate pues se reconoció la diferencia entre los preceptos de las religiones y su actuación en el mundo. Según el Dr. Fainstein, el seminario permitió repensar cómo conciliar antropocentrismo con el teocentrismo conociendo qué vinculaciones se producen entre el mundo divino y el mundo humano. Señaló que es preciso llevar este tipo de diálogos a públicos más amplios para que se vea la fuerza que tienen las comunidades religiosas para crear comunidades de distintos tipos.
Citando a Milan Kundera en su obra La Lentitud, el rector se preguntó si “¿Olvidamos porque vamos tan rápido, o vamos tan rápido porque queremos olvidar?, y recordó el papel que tienen las religiones en la conservación de la memoria. Con esas reflexiones, el Dr. Daniel Fainstein concluyó: “No olvidemos que nuestras tradiciones religiosas son portadoras de valores, de experiencias, de enseñanzas que si son procesadas adecuadamente pueden ser una fuente de sentido, de comunidad y de esperanza, que son esenciales para la vida”.
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