Una lengua que permaneció dormida durante mucho tiempo y ahora es hablada en casi todo el mundo: el hebreo, ¿cómo es que logró renacer?
En el siglo XIX, surgió un nuevo movimiento que buscaba en el hebreo una forma de inspirar esperanza a través del glorioso pasado del pueblo judío.
Los renovadores del hebreo querían expandir la lengua más allá de los conceptos abstractos de la Biblia: querían utilizarla para hablar de acontecimientos modernos, política, filosofía y medicina.
Entre los líderes del movimiento estaba Eliezer Ben-Yehuda, considerado el padre del hebreo moderno.
Ben-Yehuda nació el 7 de enero de 1858 en Lituania, en medio de discriminación y actos violentos contra la comunidad judía. En 1878 viajó a París, en donde se sintió acogido por el creciente movimiento nacionalista judío, lo cuál lo inspiró a recuperar su lengua nativa.
Se trasladó a Jerusalén en 1881 junto con su esposa con la decisión de comunicarse únicamente hablando hebreo encontrando diversas dificultades, pues se necesitaban muchas palabras nuevas. Por tal motivo, Ben-Yehuda elaboró un diccionario de nuevas palabras hebreas, y aunque al principio no fue bien visto por todos debido a que se rehusaban a cambiar una lengua antigua y sagrada por una nueva y “extraña”, con el paso del tiempo lograron satisfacer las necesidades de la vida moderna.
El primer diccionario de hebreo moderno se publicó completo en 1922.
Es por eso que el 7 de enero, el cumpleaños de Ben-Yehuda, marca el Día del Idioma Hebreo.
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