El pasado lunes 3 de marzo, la Universidad Hebraica llevó a cabo el tercer encuentro del Grupo de Estudios de Docentes, un espacio de aprendizaje, reflexión y crecimiento conjunto para nuestros educadores. En esta ocasión, la sesión estuvo a cargo del Mtro. Mauricio Friedman, director del Departamento de Educación y Educación Judía, quien abordó un tema profundamente significativo: el valor de la gratitud dentro del ADN judío.
Mauricio compartió que este tema no es solo un concepto académico estimulante, sino una enseñanza que ha impactado profundamente su vida, permitiéndole vivir con mayor sentido y trascendencia. A lo largo de la sesión, exploró cómo la gratitud se entrelaza con la sabiduría judía a través de diversas fuentes y prácticas.
Desde los escritos de Rabenu Bejayé Ibn Pakuda, quien destacó la gratitud como un pilar fundamental en la vida espiritual, hasta las oraciones diarias como el Mode Ani—la primera expresión de gratitud al despertar—y el Modim en la Amidá, que refuerza el reconocimiento del bien recibido. También se mencionaron las berajot diarias, que entrenan la conciencia de lo bueno en cada momento, y episodios en la Torá y el Talmud que resaltan la importancia de la gratitud, como la explicación de Rashi sobre por qué Moshé no trajo las primeras tres plagas, pues sentía gratitud hacia el río Nilo y la arena que lo protegieron en su infancia y juventud.
Uno de los puntos clave de la sesión fue la reflexión sobre el Birkat Hamazón, la bendición que se recita después de haber comido y sentirse satisfecho. Esta práctica subraya una enseñanza central en el pensamiento judío: el agradecimiento no debe estar ligado a un interés utilitario o a la expectativa de recibir algo a cambio, sino que debe nacer de un estado de sensibilidad emocional, reconocimiento del otro y conciencia de nuestra interdependencia en la sociedad y en el mundo.
La sesión concluyó con una inspiradora invitación a cultivar la gratitud como un músculo, desarrollándola con práctica consciente y constante. Como parte de este compromiso, se propuso un ejercicio reflexivo para los participantes: escribir tres notas de agradecimiento dirigidas a un padre, un maestro y una persona que, sin esperarlo, merece reconocimiento.
Con iniciativas como ésta, el Grupo de Estudios de Docentes de la Universidad Hebraica sigue consolidándose como un pilar fundamental para fortalecer nuestra comunidad académica, promoviendo el aprendizaje significativo y el crecimiento personal.
