El pasado 3 de octubre, en las instalaciones de la UH, el Dr. Yehuda Bar-Shalom, Rector de nuestra universidad, acompañado por la psicoterapeuta Shulamit Graber, impartieron una conferencia muy relevante y de gran utilidad para los momentos que atravesamos. Su objetivo fue ofrecer guías útiles para apoyar psicológicamente a los afectados por el sismo del 19 de septiembre pasado. Esta actividad responde oportunamente a la crisis y tiene toda la intención de ofrecer apoyo libremente, pues estaba dirigido al público en general.
La psicoterapeuta Shulamit Graber, quien ha trabajado directamente en las zonas de desastre y ha sido consultada por medios de comunicación en este contexto, inició la sesión preguntando “¿qué viene ahora que ya pasó el temblor?” La especialista afirmó que, en este momento, nos encontramos en un modo de sobrevivencia y, muchas veces, nos sentimos responsables por lo que le pasó a los afectados. El Dr. Yehuda, a su vez, enfatizó que, ante esta circunstancia, debemos tener muy presente que se trata de un evento sobre el que no podemos tener ningún control.
Por otra parte, hablando sobre el trabajo de campo (en este caso, el trabajo en las zonas de desastre), Bar-Shalom, habló sobre la somatización que en su momento, pudo observar en algunos pacientes en Israel. Al respecto, comenta que esta somatización puede causar daños significativos tanto en pacientes como en terapeutas. Esto se debe a que las secuelas que este tipo de acontecimientos provocan en nosotros pueden transmitirse al cuerpo, pues siempre tenemos un registro de las sensaciones.
Lo que sigue después de la tragedia puede resumirse en estos 5 puntos, sugeridos por los ponentes:
- Verificar que las necesidades básicas estén cubiertas, regresar a lo que era importante para nosotros.
- Brindar, si nos es posible, apoyo a las personas que nos rodean.
- Buscar algún tipo de práctica espiritual que nos dé paz.
- No aislarnos.
- No quedarnos en el “por qué”; cambiarlo por un “para qué”, que nos lleva a la acción.
Posteriormente, Shulamit Graber retomó la palabra para hablar del estrés post traumático, que se presenta en tres categorías:
- Reviviscencia: pensar todo el día en el acontecimiento.
- Evasión: nuestra vida pierde calidad.
- Excitación: no conciliar el sueño, sentirse todo el día en alerta, tener modos de actuar extraños como comer mucho o muy poco.
La especialista abundó que todo es un ciclo:
Para romper los círculos viciosos, hay que detectar señales y huellas de los hechos. Luego viene el trabajo terapéutico. Finalmente, resignificar lo vivido.
Por último, los ponentes abordaron la cuestión de los niños ante un evento como éste. Se convino en que los niños, para sacar el estrés o el trauma, necesitan hablar y jugar. No se debe disminuir o desdeñar el temor de los más pequeños: éste es válido; tampoco debe ocultárseles el acontecimiento. Lo mejor que se puede hacer con los niños es admitir que el miedo y el dolor son procesos válidos y naturales. Todo lo que se haga después con ellos debe estar en función de esa premisa.
Finalmente, esta conferencia nos ayudó a entender los procesos mentales que vienen después de una crisis como la que estamos atravesando. Con espacios como éste, la Universidad Hebraica refrenda su compromiso con la comunidad a la que pertenece y reafirma, una vez más, que está aquí para hacer de éste un lugar cada vez mejor: Tikkun Olam.
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